¿Busca algunos consejos sobre cómo cultivar el hábito de la lectura diaria de la Biblia? Aquí hay 5 maneras seguras de aumentar tu amor por Dios y Su Palabra.
1. Decide qué hora del día es mejor para ti.
¿Eres una persona madrugadora, o es mejor más tarde en el día? Todos somos diferentes. A algunas personas les encanta despertarse por la mañana y sumergirse en la Palabra antes de hacer cualquier otra cosa. Pero eso puede no ser bueno para usted, su horario o su familia, especialmente si es un padre con niños pequeños que lo necesitan desde el momento en que se despierta.
Así que tendrás que resolver esto. Si está casado, esto puede requerir una conversación con su cónyuge. Pero anímate, esto no es ciencia espacial. Se puede hacer. Y eres lo suficientemente inteligente como para hacer que suceda.
2. Encuentra un lugar donde puedas estar solo.
Dependiendo de su situación de vida, esto puede ser un desafío. Si tienes una habitación en casa donde puedes cerrar la puerta y quedarte solo, ¡adelante! Pero en muchas familias, esto puede ser literalmente imposible, al menos cuando todos están despiertos.
Es posible que deba salir de la casa para estar a solas con Dios. Ir a una cafetería o biblioteca pública cercana podría funcionar para usted, o simplemente dar un paseo y encontrar un lugar para estacionar.
3. Comprométete a encontrarte con Dios en el tiempo y lugar designados.
Todos hacemos citas, ¿verdad? Médico, dentista, agente de seguros, quien sea. Bueno, ¿no crees que tiene sentido hacer una cita con Dios? ¿No merece Él el mismo respeto que le das a tu planificador financiero o preparador de impuestos?
Le insto a que cultive una actitud que tome en serio su tiempo bíblico diario, porque quiere tomar a Dios en serio. Claro, la vida se interpondrá en el camino de tus planes, y lo inesperado inevitablemente ocurrirá y tendrás días en los que tu cita con Dios se cancelará por varias razones válidas.
Pero si tienes hambre de Dios y de su verdad, tendrás el deseo de mantener este compromiso.
4. Hazlo te apetezca o no.
Habrá días en que te sientas tentado por la falta de deseo de leer la Biblia. Está bien. Es normal que nuestra hambre por la Palabra varíe de un día a otro.
Pero piensa en esto: si solo fueras a trabajar los días que te apeteciera, ¿con qué frecuencia irías a trabajar? Ya sabes cómo es: una vez que llegas allí y te pones en marcha, por lo general superas esos sentimientos.
Si comienzas a leer la Palabra incluso cuando no tienes ganas, y solo le das 5 minutos, sé lo que sucederá: Dios honrará tu persistencia y en poco tiempo esos sentimientos volubles desaparecerán.
5. Ore por esto.
Pídele a Dios que te ayude a cultivar un creciente deseo por Él y Su Palabra. Pídele a Dios que te dé la autodisciplina para poner en práctica este plan todos los días (recuerda que el dominio propio es un fruto del Espíritu Santo – ver Gálatas 5:22-23).
¿Crees que Dios quiere responder a tal oración? ¡Por su puesto que lo hace! Y que Él te bendiga grandemente por pasar tiempo de calidad con Él en la Palabra, y que tu amor por el Rey Jesús aumente como resultado.