Jill Eisenberg, nuestra experta residente en alfabetización, comenzó su carrera enseñando inglés como lengua extranjera a estudiantes de segundo a sexto grado en Yilan, Taiwán, como becaria Fulbright. Luego se convirtió en maestra de alfabetización de tercer grado en San José, CA como miembro del cuerpo de Teach for America. Está certificada en instrucción Project Glad para promover la adquisición del idioma inglés y el rendimiento académico. En su columna ofrece consejos de enseñanza y alfabetización para educadores.
Diseccionando extractos, resaltando evidencia, defendiendo la propia elección de respuesta, burbujeando en notas de salida. Por necesaria que sea toda esa preparación para las próximas evaluaciones estatales, marzo y abril para maestros y estudiantes puede ser arduo. En algunos casos, los estudiantes están aprendiendo cómo tomar una prueba por primera vez. Para muchos, el tercer trimestre corre el riesgo de convertir un impulso entusiasta por la lectura, el desarrollo de intereses y asumir riesgos académicos en una caminata de revisión y re-enseñanza.
Con toda esta lectura a toda marcha, es comprensible que pocos estudiantes (y profesores) quieran seguir leyendo en casa por placer. Sin embargo, necesitamos mantener el entusiasmo de los estudiantes por la lectura y prevenir la ansiedad ante los exámenes. Ahora más que nunca, los estudiantes necesitan una visión más amplia de cómo la alfabetización nos ayuda como ciudadanos, las experiencias de obtener alegría de lo impreso y practicar el uso de libros para controlar el estrés.

Si ha observado que sus alumnos se alejan de la idea de que los libros son un escape y un pasatiempo para convertirse en una tarea desagradable y estresante, aquí hay algunas técnicas para aumentar el factor alegría en la lectura y mantener a los niños enganchados:
- Después del almuerzo, el recreo o el mensaje de la mañana, reúna a la clase para escucharle leer un poema o un capítulo de un libro más extenso que no esté relacionado con una lección de habilidades o estrategias. Esta actividad diaria expone a los estudiantes a libros más allá de sus niveles de lectura, refuerza la comunidad del aula en un momento competitivo y comunica que los libros tienen efectos calmantes y revitalizantes.
- Continuar destacando libros con vacaciones relevantes, temas de valores centrales o contenido STEM utilizando contenedores designados o exhibidores de portadas de libros a la altura del niño. Incluso durante los momentos críticos, cuando es difícil infundir lecciones con conexiones interdisciplinarias y aplicaciones de valores fundamentales, estas exhibiciones o charlas breves permiten a los estudiantes explorar y desarrollar sus intereses. Considere crear colecciones para el Mes de la Historia de la Mujer, el Día de César Chávez, la temporada de béisbol, el Mes Nacional de la Poesía en abril y el Día de la Tierra.
- Guíe a los estudiantes con libros en brazos a otro salón de clases o afuera para una “excursión”. Este cambio físico de escenario refuerza que los libros son un cambio mental de escenario y un respiro.
- Dedique 20 minutos todos los días solo para la lectura independiente en lugar de exprimir una mini lección de habilidades más. Preservar el tiempo para que los estudiantes interactúen con los libros de su elección en la lectura independiente les permite tomar un descanso, controlar la tensión y reenfocar su energía. Durante este tiempo, los estudiantes seleccionan los libros que disfrutan, practican estrategias de alfabetización y se sienten en control de su aprendizaje. Este compromiso y preservación del tiempo de lectura independiente les transmite a los estudiantes cuán seriamente valoran y respetan este tiempo sagrado para disfrutar de un libro.
- Gran parte de la preparación y revisión de exámenes implica trabajo independiente y sentarse en silencio. Para una recompensa de fin de semana, deje que los estudiantes elijan a un compañero de clase para leerle en lugar de leer de forma independiente ese día, invite a un grado más joven a su salón de clases para que sus estudiantes le lean, utilice hermanos y relaciones familiares en la escuela, o invite a otros partes interesadas en la educación de sus estudiantes (como la cafetería o el personal de la oficina principal) para disfrutar de un libro con los estudiantes. Leerle a alguien (lectura con amigos) permite a los estudiantes la oportunidad de hablar, disfrutar de un libro en un ambiente de bajo riesgo y escapar a un mundo nuevo en una historia maravillosa.
- Anime a los padres a dirigir una lectura en voz alta de toda la clase en el salón de clases. Esta vez le brinda la oportunidad de tener una conferencia con lectores con dificultades, celebrar a los padres como maestros y alentar el compañerismo intergeneracional de libros.
- Invite a un autor a la escuela o realice una entrevista en línea. No hay nada como revitalizar a los lectores y escritores jóvenes que con un autor real. Este tratamiento brillante brinda a los estudiantes una perspectiva más amplia y muy necesaria de los libros más allá de las evaluaciones. Para obtener más información sobre cómo atraer autores a su unidad de estudio sin importar cuál sea su presupuesto, consulte esta publicación.
- ¡Cambia la rutina! Tenga un “día de opuestos” en el que dos maestros intercambien un día para leer en voz alta/un poema. O involucre a otros miembros de la comunidad escolar (como el director, la enfermera escolar y otro personal no docente) para que lean a toda la clase para que sus estudiantes puedan ver que tienen un equipo completo animándolos e invirtiendo en su crecimiento, salud, Y éxito.
¿Tus estudiantes necesitan una distracción? ¡Estos libros alegres ofrecen suficiente diversión, escape o suspenso para recordar a los estudiantes que los libros también son para entretenerse!