- Egilea: Dorothy Corkille Briggs
- ISBN: 84-7432-001-1
- Argitaletxea: EDITORIAL GEDISA S.
- Edizio urtea: 1970
- 31.edizioa: 2006
2 interpretaciones de una misma situación: ¿De qué forma marca?
En el libro “El niño del pijama de rayas”, a Bruno ahora Shmuel les toca vivir entre las temporadas mucho más horribles de la narración de la raza humana: el apogeo del fascismo en Europa y la aparición de los campos de concentración. No obstante, si bien los dos han nacido y fueron educados en exactamente el mismo contexto histórico y en una sociedad al filo del ocaso, sus interpretaciones sobre la vida y los hechos que tenían rincón por ese momento eran muy dispares.
Al medrar en una familia acomodada, Bruno tenía una niñez feliz y libre de intranquilidades, en verdad su enorme “inconveniente” residía en sentirse solo y no tener con quien jugar. Disgustado por mudarse a un nuevo hogar, en las afueras del campo de concentración de Auschwitz, no comprendía por qué razón debía dejar atrás a sus amigos de siempre y en todo momento para proceder a un espacio absolutamente irreconocible para él. No obstante, merced a la capacidad de adaptación que distingue a los pequeños no va a tardar en tener curiosidad por su ambiente y aventurarse en entender todo cuanto le circunda, y en esta experiencia revela “la granja”, donde habita Shmuel .
Ciertos avisos que te asistirán a llevar a cabo contentos a los pequeños
Ahora te hemos adelantado ciertos avisos que puedes poner en práctica para llevar a los pequeños a la alegría. Hacerlos independientes es prioritario, a fin de que logren arreglar cualquier contrariedad de manera autónoma.
Frente cualquier obstáculo superado, por pequeño que sea, la motivación que les demos les servirá a fin de que deseen proseguir continuando. Si incentiva a sus hijos o estudiantes, va a estar haciéndoles sentir mucho más seguros de sí mismos y valorados. Esta es una herramienta que no puede faltar para la alegría.
Gozar
Es la manera más especial que nos expone la sociedad de la cual formamos parte para ser contentos. En el momento en que nos despedimos, en el momento en que alguien va a hacer alguna actividad, le queremos que disfrute. Pero hallar disfrutar no semeja tan simple por el hecho de que no está completamente bajo nuestro control. En nuestras manos está efectuar las acciones que hemos elegido para lograrlo; pero absolutamente nadie nos garantiza que vamos a sentir lo que estuvimos deseando. Ocupaciones que comunmente nos ocasionan enorme felicidad, en un caso específico tienen la posibilidad de ser neutras y frecuentemente mucho más no cumplir nuestras esperanzas. No obstante, si bien provocarnos el placer no está totalmente bajo nuestro control, tenemos la posibilidad de realizar algo que sí está en nuestras manos: vivir plena y concentradamente lo que hacemos, o sea, lo que ofrece la terapia de aceptación y deber: vivir el presente y saborearlo.
- Es esencial apreciar las secuelas en un largo plazo en vez de tener en consideración las repentinas, que son las que tienen mayor fuerza para regular nuestra conducta. En el momento en que nos dejamos llevar por el impulso inmediato, frecuentemente sacrificamos la oportunidad de hallar mucho más recompensas a mucho más largo período.
- Accionar con determinación, o sea, seguir con osadía con valor, asumiendo los peligros y secuelas para procurar hallar nuestros objetivos. Es el deber terminado con lo que hacemos. Aplazar lo que debemos llevar a cabo puede ser una conducta de evitación que por último nos genera padecimiento o dudar y echarnos atrás puede llevarnos al fracaso.
- Asimismo tenemos la posibilidad de entrenar la autorregulación, que es un desarrollo por el que procuramos tener control sobre nuestra conducta. La autorregulación de nuestra conducta se puede crear realizando ejercicios como llevar registros y supervisar lo que ingerimos, controlar nuestra posición, llevar a cabo capitales y proseguirlos. En el momento en que incrementamos nuestra autorregulación en un área se prolonga a otros campos y posibilita el control del tabaco, el alcohol y los costos apremiantes. Tengamos presente los ejercicios de autorregulación que ofrecen las religiones, por poner un ejemplo, el Ramadán o la Cuaresma, temporadas del año en que los leales ayunan, realizando un ejercicio de autorregulación bien interesante y que tiene efecto en otros varios puntos de su historia. Cabe rememorar que el control sobre nuestros pensamientos, sentimientos, experiencias y conmuevas es mucho más con limite. De hecho, tenemos la posibilidad de meditar en lo que deseamos; pero en el momento en que deseamos parar de pensar en lo que no tenemos ganas meditar, nuestro éxito es con limite (Wenzlaff y Wegner, 2000). Con nuestras experiencias y conmuevas nuestro éxito está aún mucho más con limite, pues sobre lo que poseemos control es sobre las formas de proceder que las causan; pero no poseemos asegurado que lo logramos, o sea, tenemos la posibilidad de continuar las líneas que se señalan en estas páginas para sentir conmuevas positivas; pero no nos encontramos seguros de que las vamos a presenciar.