santa isabel y con una niña y un libro

Isabel Catez nació en 1880 en la base militar de Avordo, en el centro de Francia. Era la hija mayor de una familia cuyo padre murió en el momento en que ella solamente tenía 7 años. La espiritualidad de la pequeña Sabeth, como la llamaban cariñosamente, se despertó en poco tiempo. El día de la Primera Comunión visitó por vez primera el carmelo de Dijon, a solamente 200 metros de su casa, y allí la priora de la red social le contó que su nombre en hebreo significaba casa de Dios. Años después confesaría que aquello le impactó, hasta el punto de que marcó después su sendero espiritual.

La pequeña Isabel era perspicaz y viva, y en su casa se temían sus pataletas, muy comunes, pero al unísono le agradaba rezar y llevar a cabo rezar a el resto; de ahí que salía a instruir el Catecismo a los pequeños que trabajaban en las factorías de su localidad.

Viuda dolorosa

La vida de Isabel y de su hija, a la que en este momento llama Anita, cambiará para toda la vida. La familia Filicchi recibe en su casa a la joven viuda ahora su hija, saliendo al paso de sus pretensiones con una hospitalidad frágil, hasta el momento en que, en primavera, obian la autorización para regresar a USA. Los Filicchi los muestran en la Iglesia Católica Romana mediante la herencia religiosa y cultural de Italia. Isabel empieza a proponerse problemas en relación a las prácticas católicas, primero por ignorancia, después por curiosidad. Entre los puntos mucho más significativos del catolicismo de roma que impresionaron a Isabel y la llevaron a su conversión, está la Fe en la presencia real en la Eucaristía, la devoción a María, Virgen María y las prácticas rituales como la asistencia recurrente en la Misa, recibir la sagrada comunión, las procesiones eucarísticas y otras devociones.

Al regresar a Novedosa York en la primavera siguiente. Isabel debió pelear bastante gracias a su atracción hacia el catolicismo de roma. Justo un par de semanas tras su regreso, su cuñada Rebeca muere de tuberculosis. Apoyando ese mal, Isabel debió realizar frente, sola, a la insuficiente situación financiera para sacar adelante a sus cinco hijos de edades comprendidas entre uno y ocho años. Le costaba depender de la familia y de los amigos y de ahí que hace todo lo que es posible por agradar por sí sola sus pretensiones. Las situaciones le forzaron a mudar con frecuencia de casa con sus hijos, hacia casas mucho más económicas. Lo que agudizó sus inconvenientes fue verse atormentada por el interrogante que se hacía y que no había resuelto: «¿Estoy en la genuina Iglesia que viene de la sucesión de los apóstoles? «.

 

Isabel J. Romero

Isabel nació en Santa Eufemia (Córdoba), si bien vive en Localidad Real. Es cuentacuentos, organizadora de talleres de poesía para pequeños y jornadas narrativas en institutos, ha dado clases de animación a la lectura y creación de cuentos. En los últimos tiempos, trabajó como soporte a la integración con pequeños con pretensiones educativas particulares.

Tiene publicados múltiples libros: Mientras que haya un globo, La mujer azul y el mar, Kira, la pequeña esmeralda, Cuentos para Mila y un pastel espAcial y Morirse al sol. Próximamente van a ver la luz En el momento en que los árboles rozan el cielo (novela infantil) y Donny Saurus (álbum ilustrado).

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